miércoles, 25 de septiembre de 2019

Entrada Inaugural.

Hoy, el día 25 de Septiembre de 2019, inauguro este blog dedicado a la historia de Francisco Sforza, que vivió entre… Hum. No me gusta este inicio. Le falta algo, ¿sabéis? Algo de fuerza, o pomposidad, o poder. No siento que este sea el blog de una persona como Francesco Sforza, el jefe de mercenarios que consiguió hacerse con el trono del poderoso ducado de Milán a partir del caos de intriga y guerra que fue la Italia del siglo XV. No, no podemos empezar este blog con una primera entrada tan ordinaria, tan normal.

Y fruto de este breve instante de crisis existencial tenemos la siguiente introducción. Contemplad su maravilla y temblad (si apetece):

Escribano, Wikimedia Commons
El día duodécimo del mes de Septiembre (acorde al calendario juliano), anno domini 2019, inauguramos sin demora ni desaliento y con considerable orgullo y placer por recibir esta honrosa tarea por la gracia de Dios, los Santos Evangelios y Vuestra Merced ducal este documento electrónico etéreo dedicado a la memoria del gran Duque de Milán, Dux Francisco I del glorioso linaje de lo Sforza, ejemplo de honra, piedad y victoria. La encomendable tarea a la cual me presto supone la recopilación en un documento de las diversas crónicas de los acontecimientos transcurridos durante la vida del glorioso Dux.

Nuestra pluma, encargada por Vuestra Merced, bailará gloriosamente sobre nuestro pergamino digital en gloria del Gran Dux, cuyo recuerdo es menester mantener vivo en nuestros corazones y divinas almas, siendo nuestro propósito narrar las grandes aventuras de su ilustre vida y la grave situación de la bella pero confusa tierra italiana en la cual transcurrió la vida del Gran Dux. Tal como nos encomendó Vuestra Merced, tenemos la plena intención de pregonar la historia de nuestro aristocrático sujeto, príncipe de naciones, a lo más alto de nuestros pulmones digitales, siendo nuestro ferviente deseo poder complacer el deseo de Vuestra Merced de extender el recuerdo de nuestro glorioso señor de la guerra por toda la faz de la Tierra donde la lengua sea de índole civilizada e ibérica y las gentes honradas y de buena disposición.


Así, vale, ¿no? Creo que esto satisface aquel duendecillo dentro de mi cabeza que insiste con incesantes gritos que proporcione a un blog de Francisco Sforza una introducción propia de un personaje histórico que lideró una banda de mercenarios a victoria tras victoria y al cual le fue entregado, voluntariamente, la posición de duque por la mismísima ciudad de Milán.

Pero con toda seriedad, este es un blog dedicado a la historia de Francisco Sforza que tiene la intención no de crear una plataforma de elogio como insistía nuestro Escribano de hace dos párrafos, sino usar el icono de condottiero paradigmático que fue nuestro Duque de Milán para presentar con intención divulgativa la historia de la Italia de la Baja Edad Media. Ésta es la época del Quattrocento, de Masaccio, Piero della Francesca y Donatello (no el tortuga ninja), de grandes pensadores como Maquiavelo y la época de pleno desarrollo del Renacimiento. Sin embargo, fue también la época de los condottieri, líderes de las numerosas compañías de mercenarios que habían recorrido Italia desde el siglo XII; de dura intriga política, de conspiraciones y alianzas, de gloriosos imperios financieros y decadentes imperios comerciales, del Pontificado corrupto anterior a la Contrarreforma. El siglo XV italiano no solo consiste en pintura, escultura, arquitectura y cultura; los contemporáneos de los grandes artistas eran despiadados políticos e inteligentes señores de la guerra, oportunistas beneficiándose del caos de la Península.

Un panel de casón con el ejército de César triunfando en la batalla,
El Maestro de Marradi, Wikimedia Commons
¿Y quienes simbolizan de manera más plena este lado más sangriento y conspiratorio del siglo XV italiano? Los condottieri, productos del caos político y militar. ¿Y el más grande de estos condotieri? Francisco Sforza, quien empezó como hijo de un condottiero napolitano llamad Muzio Attendolo pero murió como duque de uno de las más importantes potencias del panorama italiano. Milán.

Veamos su historia, ¿no?


2 comentarios:

  1. te pongo un comentario para que veas como se quedan e ntu blog


    te veo desde aquí

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  2. Llega el enemigo vamos a luchar,
    me enviaron nenas tal vez a jugar,
    Hoy dais lastima vais a prender
    Pasion de ver , valor virtud,
    pues yo ya lo logre ahora tu.
    La quietud del bosque y el ardor del sol,
    cuando lo consiges tuyo es el control,
    y aunque eres hoy patetico
    todo un hombre hare de ti y seras
    el mejor para mi...(que otro siga la canción)

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